viernes, 10 de mayo de 2013

Dios y los profetas, ¡ni en pintura!


¿Recuerdan aquel problema que surgió hace algunos años cuando un periódico noruego comenzó a publicar caricaturas del profeta Muhammad y que causaría enormes protestas en países del Medio Oriente y comunidades musulmanas en Europa y América?

Sé que para muchas personas ajenas a la religión del islam, toda esa protesta y  enojo de los musulmanes ante las caricaturas, no fue mas que una exageración y hasta fanatismo religioso; pero creo que si de verdad todos conociéramos el fundamento al repudio de las imágenes, sin duda estaríamos de acuerdo.


El por qué de todo el alboroto, es muy sencillo… en el islam es prohibida cualquier representación gráfica, ya sea en pintura o escultura de Dios y sus profetas por la sencilla razón de evitar el brote de idolatría entre los fieles, es decir, la adoración a ídolos.

De hecho este mandato, el de no adorar ídolos, es uno de los más importantes, no sólo para el islam sino también para los cristianos; aunque a los católicos les entró por una oreja y les salió por la otra.

¿No me creen que esa regla aparece en los textos de la Biblia? Aquí va:

Éxodo 20.3-Sa-b NVI

-No tengas otros dioses además de mí. No te hagas ningún ídolo, ni nada que guarde semejanza con lo que hay arriba en el cielo, ni con lo que hay abajo en la tierra, ni con lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te inclines delante de ellos ni los adores. Yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso.-

Sí aparece, y siendo un mandato directo, entonces yo no entiendo por qué las iglesias católicas están atiborradas de pinturas y figuras y se han pasado por alto la  prohibición expresa de no hacer representaciones físicas de nada, ni celestial ni terrenal, ni de adorarlas.

Bueno, pues esta misma ley aparece también en el Corán y es respetada al pie de la letra por los fieles musulmanes.

El musulmán lo tiene claro, no se le rinde culto a ninguna imagen por que:

“¡Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho! 
Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres. 
Tienen boca, pero no hablan; tienen ojos, pero no ven; orejas tienen, pero no oyen; tienen narices, pero no huelen; manos tienen, pero no palpan; tienen pies, pero no andan, ni hablan con su garganta. 
Semejantes a ellos son los que los hacen y cualquiera que confía en ellos.”

Y por lo tanto, una imagen no tiene la gracia de salvar a nadie, de emitir un juicio o hacer un milagro, pues simplemente no se trata de Dios.



De la misma manera está vetada la creación de imágenes en representación de los profetas, ya sea Abraham, Jesús o Muhammad, pues como ya dije, se puede prestar a que el fiel dirija su rezo hacia dicha imagen con un rostro. Además, también en el islam está prohibido que el fiel dirija sus oraciones hacia cualquier personalidad que no sea Dios mismo, pues nadie tiene poder mas que Él y por esa razón es inútil buscar un intermediario entre Dios y nosotros. 

Si queremos que se nos conceda algo, debemos pedirlo directamente a Dios y a ningún otro ser humano tan común como nosotros, pues no tienen ninguna facultad divina. Eso incluye a los santos y a los vírgenes.

Recuerdo que cuando empecé a estudiar sobre el islam y me topé con este tema de no representar ni a Dios ni a los profetas, la idea no me cuadraba del todo, pues para mí, al haber crecido como católico, me parecía de lo más normal ver imágenes de Jesús por todos lados, hasta en casa. 

Es por eso que le pregunté a mi amiga Hélima, fiel musulmana, cuál era el problema con esto y ella me respondió: “¿Quién te asegura que Jesús tenía realmente ese aspecto?, ¿Por qué afirmar que él era así si no lo conociste en persona, no conoces a alguien que lo haya visto de verdad y no hay registro confiable de su apariencia? Es decir, una foto o algo que nos muestre exactamente cómo era su rostro.

Y es verdad, en la Biblia no hay ninguna descripción de la apariencia física de Jesús. Pero vaya que he visto a Jesús representado en una infinidad de maneras; con el cabello castaño y lacio, largo, a veces corto, otras con cabello ondulado y negro; he visto imágenes en las que aparece con el cabello rubio. 
En algunas ocasiones se le retrata con ojos cafés, verdes o hasta azules. Pero sobre todo, de piel blanca, cuando los judíos de aquella época y región, en su gran mayoría eran de piel morena, como lo reveló en un documental la cadena National Geographic, la cual se aventuró a elaborar la posible apariencia de Jesús basándose en los datos de aquella época. Dicha visión de aquel Jesús moreno y poco agraciado, fue rechazada fuertemente por los fieles católicos, principalmente en países con población mayormente de piel blanca.  


Lo mismo sucede con Dios. ¿Quién puede asegurar que Dios tiene el aspecto de un hombre canoso y con barba larga? ¿Alguien lo ha visto?

En el islam, si se quiere representar a Dios de manera gráfica, se hace con la escritura de su nombre en lengua árabe, y ya. Como se muestra en la siguiente imagen:



Es por eso que el islam veta fuertemente esas prácticas que solamente resultan ociosas y al antojo del artista en turno. Y por esa razón el mundo musulmán reaccionó de esa manera ante las caricaturas publicadas en Europa, que además, eran bastante ofensivas hacia la imagen del profeta… supongo que la mayoría de ustedes recordará aquella en la que se mostraba aun hombre de barba abundante vistiendo un turbante cuya punta terminaba en forma de bomba con todo y mecha, como queriendo decir “islam, religión de terroristas”.

Cuando se habla del profeta de manera gráfica, se le representa con la silueta de un hombre con la cabeza cubierta en llamas o con el rostro cubierto por un velo. En algunas pinturas antiguas, sí se muestra un hombre con barba, frente amplia, ojos serenos y gesto amable, pero obviamente son rechazadas por los musulmanes como retratos exactos del profeta.  


Entonces no se trata de exageración ni fanatismo, sino de la simple obediencia a las leyes que se les entregó. Que otros cultos que de dicen “fieles a sus textos”, no respeten lo que estos dicen, ya es cosa de ellos.  

miércoles, 8 de mayo de 2013

Muhammed, el mensajero



Filósofo, orador, apóstol, legislador, guerrero, conquistador de ideas, restaurador de dogmas racionales, del culto sin iconos, fundador de veinte imperios terrenales, un imperio espiritual y, sobre todo, un hombre de una calidad humana excepcional.

Todo eso es Muhammad, el fundador del islam, de acuerdo a diferentes biógrafos a través de la historia, que no precisamente fueron musulmanes, pero que sí se maravillaron, sorprender, conmover y convencer por la vida y obra de este hombre.

Desafortunadamente en Occidente la falta de cultura y la mal intencionada campaña de varios medios de comunicación para satanizar todo alrededor del islam, han conseguido que mucha gente tengan una idea totalmente errónea acerca de esta figura tan importante, no solamente para los musulmanes, sino para todo el mundo.

Pero también afortunadamente hay una extensa cantidad de datos recopilados a lo largo de su vida, que nos ayudarán a conocer de mejor manera y a fondo a esta persona tan emblemática para nosotros los occidentales.

Mi intención de este post no es publicar una biografía extensa del profeta, pues ya hay suficientes fuentes de información que se pueden consultar al respecto, pero sí intentaré acercar a quien esté leyendo eso al hombre que hoy nos ocupa y trataré de explicar principalmente los puntos más polémicos de su biografía.

Por respeto a los amigos musulmanes, no publicaré ninguna imagen que pretenda retratar al profeta. (Explicaré este detalle en otro post)

Si bien su vida y labor como profeta se inició hasta bien cumplidos sus 40 años de edad, Abu l-Qasim Muhammed ibn ‘Abd Allāh al-Hashimi al-Qurashi (su nombre completo) siempre fue tenido en concepto de hombre honesto, razonable y bondadoso por la gente que lo rodeaba.

Nació en la ciudad de Meca un 26 de abril entre los años 562 y 572 en el seno de una familia de la tribu árabe Quraysh. Jamás conoció a su padre, pues éste murió antes de su nacimiento y perdió a su madre cuando tenía alrededor de seis años de edad.

Durante su juventud y bajo cuidado de uno de sus abuelos y después de su tío paterno, Muhammed recibió educación como cualquier otro miembro de su sociedad, desempeñó trabajos como pastor y empleado, hasta que a sus 25 años empezó a trabajar como mercader en la ruta caravanera entre Damasco y La Meca bajo las órdenes de una mujer llamada Jadiya, quien más delante se convertiría en su esposa y en una de sus primeras seguidoras, pues fue durante este matrimonio (el profeta tuvo 13 esposas a lo largo de su vida) que Muhammed recibió la revelación del Corán. 


Todos los historiadores y biógrafos del profeta, coinciden en que se trataba de un hombre entregado a la meditación. Muhammad acostumbraba a retirarse todos los años durante el mes de Ramadán a una cueva de un monte cercano a Meca.

Cuando tenía cuarenta años, casi al final de este mes, y mientras se encontraba orando dentro de una cueva en la provincia de Hira, Arabia, oyó durante la noche una voz que le decía: ¡Lee! Él respondió: No sé leer. De nuevo dijo la voz: ¡Lee! Y de nuevo respondió sobrecogido: No sé leer. Por tercera vez, la voz le ordenó: ¡Lee! ¿Qué debo leer?, respondió. La voz le dijo: Lee en el Nombre de tu Señor que te ha creado. El creó al hombre de un coágulo.

La voz le dijo que él era el Mensajero de Allah, y al levantar sus ojos, vio a Yibril: el cauce por el que la Revelación le era transmitida desde el Creador del Universo.

Su primer pensamiento fue que se había vuelto loco, pero fue confortado por su mujer, Jadiya, y gradualmente, a medida que la Revelación continuó, su incertidumbre desapareció y aceptó la ingente tarea de ser el Mensajero del Señor de la creación.

Este fue el comienzo de la Revelación del Corán, que continuó de modo intermitente hasta poco antes de su muerte, veintitrés años más tarde.



Esta es la entrada a la cueva de Hira, donde el profeta recibió la revelación divina.


Los mitos  

Hay varios aspectos que se deben aclarar respecto al profeta, pues me he topado con muchas personas que tienen un concepto muy equivocado acerca de él, como alguna vez yo también lo tuve.

El primero de ellos es que el musulmán NO le reza a Muhammed. A diferencia de lo que sucede en el cristianismo, en el islam no se  adora al profeta, pues no es digno de tal, pues el único merecedor de toda alabanza es Dios.

También me he encontrado con mucha gente con el concepto de que Muhammed es rival o incluso enemigo de Jesús. Cuestión totalmente absurda, pues Muhammed es más bien el sucesor de Jesús en la tarea de llevar la palabra de Dios a la humanidad.

Otro de los temas más espinosos, por así decirlo, dentro de la biografía del profeta, es su matrimonio con Aisha, quien según los historiadores occidentales, sólo contaba con seis años de edad al momento de ser matrimoniada, lo cual ha dado pie a muchas críticas y animadversión hacia la figura del profeta.

Los estudiosos de este hecho afirman que dicha información es errónea, pues comparando los textos en donde se da informe de este matrimonio con las fechas en que sucedieron otros acontecimientos importantes en la vida del profeta, se ha logrado calcular que la novia tendría entre 16 y 20 años al momento de la boda con el profeta, quien tendría 52.

Un tema más que debe ser esclarecido, es que la palabra del profeta no es sagrada, es decir, que las enseñanzas que Muhammed transmitió a sus seguidores como hombre sabio que era, no son consideradas sagradas, no forman parte del texto del Corán, en el cual únicamente aparece la palabra de Dios.

En cambio, los comentarios de Muhammed que fueron documentados por sus seguidores, fueron recolectados en los libros de los Hádices, en los cuales se relatan o se citan las enseñanzas del profeta.

Para los musulmanes estos textos son de gran importancia, pues a través de ellos llegan a conocer más acerca de la personalidad del profeta y su sabiduría. Digamos que se trata de una guía y un código de conducta para llevar una vida correcta.

Habría que dedicar mucho más tiempo y espacio a desmenuzar todo acerca del profeta, pero espero que por ahora haya logrado esclarecer un poco la figura de este hombre tan misterioso para nosotros en occidente.  

Los dejo con el cantante Sami Yusuf y su canción “Al-Mu'allim”, un bello homenaje al maestro de la humanidad.


  

viernes, 3 de mayo de 2013

En Medio Oriente también la pasan bien

Había estado preparando un tema más denso para este post, pero es viernes, así que pensé en hacer algo más ligero y compartir un poco de música de Medio Oriente.

Las dos canciones que voy a compartir en los siguientes videos son del grupo iraní Barobax, y llegué a conocerlas gracias a la amistad que entablé durante unas vacaciones en Acapulco con una familia de irníes que se encontraban en México festejando el año nuevo con una fiesta increíble.

Entre ellos se encontraba el buen Behzad (foto), quien no dudó en regalarme el disco que habían estado tocando durante la fiesta e invitarme a visitar su país. Ojalá algún día de verdad pueda visitar Irán, pues me han dicho que la capital, Tehrán, es hermosa.



Entonces los dejo bien acompañados por Barobax, espero que les guste.



martes, 30 de abril de 2013

Los cinco pilares

Al igual que en todas las demás religiones en el mundo, el islam también tiene reglas que el practicante debe cumplir como parte de la disciplina espiritual que profesa, y aunque dentro del islam hay muchas más, cinco son las principales reglas que los musulmanes deben seguir sin excepción. Me refiero a Los Cinco Pilares.

El primero de estos mandamientos es el Testimonio de Fe a través de la "Shahadah", que no es otra cosa que la declaración de la creencia en un único dios y su profeta. Digamos que es el equivalente al "credo" de los católicos.

La Shahadah consiste en decir la siguiente oración en voz alta y con la presencia de testigos: "la ilaha illa Allah, Muhammed rasúl Allah", lo cual significa "no hay más divinidad que Dios, Muhammed es el mensajero de Dios". 

La primera parte de la oración es de suma importancia, pues digamos que es la base del pilar más importante del islam, pues a través de ella se declara que no se cree que Dios tenga ningún asociado (como sucede en el catolicismo con los santos y las vírgenes) y que tampoco tiene parentescos que merezcan adoración, es decir, se descarta a Jesús como hijo de Dios y a su vez, como Dios mismo. 

Aquí el video de un hombre británico tomando su shahadah, una ocasión que generalmente termina siendo motivo de celebración entre la comunidad musulmana :





La oración, el rezo a Dios, es el segundo pilar y constituye parte de las actividades diarias de todo musulmán, pues durante el día se debe cumplir con cinco sesiones de oración, comenzando con una antes de que asomen los primeros rayos de sol por la mañana, seguida de otra a medio día, a la media tarde, al ocaso y al anochecer.
Para el musulmán no hay mejor manera de comunicarse con Dios, que la oración, y ellos lo hacen sin importar el lugar y el "qué dirán", como se muestra en el siguiente video.





El tercer pilar es la realización de obras de caridad, o “realizar el zakat”. Esto consiste en destinar parte de nuestro dinero a beneficiar a los necesitados.
El musulmán entiende que todas las cosas pertenecen a Dios, y que la riqueza ha sido puesta en manos de los hombres solamente para que sea administrada y que al destinar una parte de esa riqueza para los más necesitados, estamos llevando a cabo un acto de purificación, pues de hecho la palabra “zakat” significa eso, purificación.


El cuarto pilar corresponde a la práctica y cumplimiento del ayuno durante el mes lunar del Ramadán, el mes que es destinado a la purificación espiritual y de conciencia, pues queda prohibido el consumo de alimentos  y la realización de actos sexuales durante las horas que hay luz solar durante el día, lo cual provoca que el ayunante valore de mejor manera los placeres de la vida.
Durante la noche el musulmán es libre de alimentarse a su antojo y de mantener relaciones sexuales.


El quinto pilar es la peregrinación al sitio más sagrado para el islam, la ciudad de la Meca, en Arabia Saudita, donde descansa la piedra de la Ka Abah, la cual se cree que descendió desde el cielo como muestra del poder de Dios.
Todo musulmán que cuente con los medios financieros y buena salud, debe hacer un viaje a este punto sagrado por lo menos una vez en su vida.    
la temporada con mayor afluencia de visitantes a la Meca, es durante la celebración del mes lunar del Ramadán, en donde los visitantes visten ropas blancas ceremoniales para no mostrar diferencias socio económicas con sus compañeros, pues "ante Dios, todos somos iguales".






jueves, 25 de abril de 2013

Breve historia del surgimiento del islam y la cultura de pueblos árabes

El video que contiene este post explica de manera breve el surgimiento del islam de la mano del profeta Muhammed y el florecimiento de la cultura árabe, así como el apogeo de los imperios que lograron ganar más fuerza aprovechando el empuje del islam en la región de Medio Oriente.

Aunque creo que el video tiene pequeños errores en la forma de explicar ciertos aspectos, la forma amigable de su lenguaje para capta la atención del espectador es la ideal.

Agradezco a mi amiga Lupita Noriega por darme a conocer este video. Espero que les guste.


miércoles, 24 de abril de 2013

El Corán. En nombre de Dios, el misericordioso, el compasivo.


Como lo mencioné antes, al igual que los judíos y los cristianos tienen sus textos sagrados, la Toráh y la Biblia, respectivamente, el islam también tiene el propio, el Corán.



Se trata de la compilación de las enseñanzas y mandamientos que Dios le transmitió al profeta Muhammed a través del Arcángel Gabriel para corregir las modificaciones que el mensaje original habría sufrido a manos de... los cristianos.

Sí, seguro hasta pelaste los ojos por lo que dije en la línea anterior, pero piénsalo bien: La Biblia, así como la conocemos, es una recopilación de textos llamados "libros" (73 en total, de los cuales 46 constituyen el Antiguo Testamento y 27 el Nuevo Testamento) que en un principio eran documentos separados escritos primero en hebreo, arameo y griego durante un periodo muy dilatado entre uno y otro, y de diferentes autores, de los cuales se conoce muy poco o casi nada. 

De hecho, esa recopilación es obra de las decisiones que se tomaron durante el Concilio de Hipona en el año 393 de nuestra era, dejando fuera otros tantos textos que eran considerados contrarios a la idea que transmitían los textos que sí fueron aceptados por la Iglesia Católica para formar parte del volumen llamado, la Biblia. 

Además, entre un texto y otro puede haber diferencia de hasta mil años en cuanto a su publicación. ¿Te imaginas cuántas veces no pudo haber sido modificado el mensaje de acuerdo a su autor? 

Ya que el mensaje de Dios había sido modificado al antojo y conveniencia del hombre, debía ser descartado como un mensaje puro, y por eso, debía ser retransmitido.



Así que Dios se dio a la tarea de entregar ese mensaje una vez más, pero esta vez con ciertas reglas para que no volviera a ser modificado. Por ejemplo, que sólo puede recibir el nombre de Corán, aquel texto que esté escrito en lengua árabe, pues fue en este idioma como descendió originalmente mensaje hacia Muhammed. 

Aunque el Corán ha sido traducido a muchos idiomas, principalmente pensando en aquellos creyentes cuyas lenguas no son árabes, en la liturgia se utiliza exclusivamente el árabe, ya que la traducción únicamente tiene valor didáctico, como glosa o instrumento para ayudar a entender el texto original. De hecho, una traducción del Corán ni siquiera se considera un Corán auténtico.

El Corán consta de 114 capítulos o "azuras" que a su vez se dividen en versículos o "aleyas", que a diferencia de la Biblia, no están organizados de manera que cuenten una historia, sino que sus capítulos se encuentra organizados de acuerdo a su extensión, comenzando por los más grandes y terminando con los pequeños. 

Durante sus diferentes pasajes se recogen relatos de muchos de los personajes y eventos que aparecen en los libros sagrados de los judíos y los cristianos, aunque difiere en muchos detalles. Ciertos personajes bíblicos muy bien conocidos, como Adán, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, Moisés, Juan el Bautista, Jesús y María, madre de Jesús, son figuras de gran importancia dentro de las páginas del Corán. 
Sin embargo, en los textos se hace énfasis en la declaración de Dios como único, sin socios ni parentesco, por lo cual, absolutamente nadie merece veneración mas que Dios, y eso incluye a Jesús, quien es considerado un profeta de gran importancia pero no como el hijo de Dios... He ahí la discrepancia con el cristianismo y la causa de grandes conflictos entre ambos credos. 

Ahora que ya sabemos la razón de ser del Corán, me gustaría compartir con ustedes algunos datos curiosos o de interés acerca de este texto, pero antes quisiera mencionar que ahondaré más acerca del papel de Jesús en el islam en otro post, pues seguramente han surgido varias dudas al respecto. También tocaré más a fondo algunas de las reglas contenidas en el Corán y que se repiten continuamente entre sus páginas debido a su importancia, como lo es la prohibición a la idolatría. 



Datos de interés acerca del Corán.

  • Todos los capítulos (azuras), con excepción de uno, empiezan con las palabras Bismillah ir-Rahman ir-Rahim, "En el nombre de Dios, el más Misericordioso, el Compasivo". 
  • El Corán fue uno de los primeros textos que se redactó en árabe. Se halla escrito en una forma temprana del árabe clásico que se conoce en español como árabe “coránico”. No hay muchos otros ejemplos de la lengua árabe de esta época.
  • El texto del Corán en árabe clásico carece de vocales y de signos de puntuación.
  • La mayoría de los musulmanes de hoy usan versiones impresas del Corán. Existen "Coranes" para todos los gustos, libros de bolsillos, muchos de ellos en ediciones bilingües, con el texto árabe por un lado y una glosa en una lengua familiar del otro. El primer Corán impreso se publicó en 1801 en Kazán.
  • El Corán fue transmitido a Muhammed en un período de 23 años.
  • Se cree que hay millones de personas, desde niños hasta ancianos; incluidos mucha gente que no puede leer árabe, que memorizan el Corán parcialmente o en su totalidad. Para realizar lasalat (oración) se necesita memorizar el texto al menos de forma parcial.
  • Si un ejemplar del Corán llegase a tener contacto con el suelo impuro o a sufrir daños, debe ser descartado, pero no debe ser ni tirado a la basura, ni quemado o reciclado, sino que deber ser enterrado en una "tumba para Corán" a través de un ritual establecido de manera general para todos los musulmanes. 
  • De igual manera, muchos musulmanes acostumbran envolver su Corán en finas telas para procurar su conservación.
  • Todo aquel que se disponga a leer un ejemplar del Corán, debe hacerlo después de haberse aseado adecuadamente para iniciar la lectura.  
Yo leí una traducción del Corán al castellano, y aunque al principio me resultó muy contradictorio en referencia a mi forma de ver a Dios, con el paso de las páginas pude comprender mejor su visión e incluso tomarle mucho cariño al texto, pues no sólo debe ser tomado cono una conjunción de relatos, sino como un código de conducta para la vida diaria. Pronto colocaré un link a un sitio donde se puede leer una traducción del Corán en nuestro idioma. 

lunes, 22 de abril de 2013

¿Entonces qué es el Islam?

Islam. ¿A cuántos de ustedes la simple palabra no les trae a la mente la idea de una religión exótica, muy extraña y lejana a nosotros los latinoamericanos? 

Pero la verdad es que no se trata de ninguna cosa rara, mucho menos de algo maléfico como nos lo han pintado los medios de comunicación. De hecho, hay grandes similitudes entre el islam y las otras dos grandes religiones, el judaísmo y el cristianismo. 

Al igual que el judaísmo y el cristianismo, el islam es una religión abrahámica, es decir, monoteísta, que cree en la existencia de un solo y único dios.

En el caso del islam su inicio se da en el año 662 del calendario gregoriano, cuando un hombre llamado Muhammed, originario de La Meca, hoy territorio de Arabia Saudí, se encontraba descansado dentro de una cueva después de un día de trabajo, cuando recibió la visita del Arcángel Gabriel, quien le transmitió un nuevo mensaje de Dios...

¡¿Cómo que el Arcángel Gabriel?! 

Sí, el mismo que en la Biblia es el encargado de mantener a raya al diablo con su espada, fue el encargado de revelar a Muhammed el Corán (el libro sagrado del islam). Y esa es una de las primeras sorpresas que uno se lleva al leer el Corán por primera vez, pues Gabriel no es el único personaje de la tradición judeo-cristiana que es personaje importante dentro del islam, pues también figuran Adán, el primer hombre en la Tierra, los profetas Noé, Moisés, Salomón y, agárrense... Jesús, acompañado de su madre virgen, María.

¿Pero cómo es que todos ellos figuran en el islam? ¿Incluso Jesús? 

La respuesta es muy sencilla: Las tres religiones comparten su origen en el profeta y patriarca Abraham (o Ibrahim), y los principales tres profetas de estas religiones descienden directamente de los hijos de aquel: Muhammed del mayor, Ismael, y Moisés y Jesús de Isaac.
Abraham fundó la colonia que hoy es la ciudad de Meca y construyó la Kaba, hacia la que todos los musulmanes se orientan cuando rezan, y de la cual hablaré en otro post más adelante. 

Por lo tanto, los musulmanes adoran al mismo dios que predicaron todos ellos y del que se nos habla en el Viejo Testamento.

Incluso los acontecimientos que encontramos relatados en la Biblia y la Toráh (el Viejo Testamento de los judíos), también son relatados en el Corán, como el diluvio que vivió Noé, el escape de Moisés de Egipto y el nacimiento de Jesús como muestra del poder de Dios al gestarse dentro del vientre de una mujer virgen. 




Ok, ¿pero entonces de qué va el islam y cuál es ese mensaje que recibió Muhammed?

Como lo mencioné al principio, Muhammed, fundador del islam y su más importante profeta, recibió la visita del Arcángel Gabriel, quien le transmitiría el mensaje de la voluntad de Dios a la humanidad.
Para entonces, el mundo ya contaba con el Viejo Testamento, transmitido a los profetas antes de Jesús y con el Nuevos Testamento, el cual fue traído por el mismo Jesús para complementar el mensaje. Pero con el paso del tiempo dicho mensaje habría sufrido innumerables modificaciones por parte de quienes se encargaron de transmitirlos de generación en generación, principalmente de manera oral, pues nadie se tomó la molestia de trasladar esas enseñanzas a la escritura hasta mucho tiempo después de la crucifixión de Jesús. 

Por lo tanto, el mensaje ya no era puro, había sido objeto de muchas ediciones, se había perdido gran parte de su esencia en las traducciones a otros idiomas, lo cual podía poner en riesgo su fiel interpretación, así que la humanidad necesitaba que Dios reenviará de nuevo su mensaje, pero esta vez asegurándose de que fuera transmitido sin modificaciones y de manera definitiva. 

Así pues, Muhammmed, un hombre analfabeta de 40 años de edad y dedicado principalmente al comercio, había sido el elegido por Dios para retransmitir ese mensaje sin errores para que el mundo volviera a la práctica de la adoración a Dios en su forma más pura, justamente como lo hacían los primeros profetas.

Durante varios años, Muhammed recibió la visita del Arcángel Gabriel, quien poco a poco le iba revelando fragmentos del mensaje para que el profeta pudiera memorizarlos y transmitirlos a sus compañeros, quienes se encargarían de plasmarlos en texto para asegurar su conservación. El compendio de todos esos textos es lo que conocemos como el Corán, y es de lo que hablaré en mi próximo post.   

viernes, 19 de abril de 2013

Salam alaykoum

"Salam alaykoum" es la frase en árabe con la que la comunidad musulmana acostumbra saludarse y cuyo significado en español es "La paz sea contigo".

Así quiero iniciar con este esfuerzo que desde hace varios años se venía gestando en mi cabeza y que por fin he decidido poner en marcha, especialmente tras los recientes acontecimientos de violencia registrados durante la celebración del Maratón de Boston en Estados Unidos, lo cual casi de manera automática volvió a disparar la islamofobia que persiguió a los musulmanes alrededor del mundo por cerca de 10 años, y más específicamente en nuestro continente, América.

Yo no soy musulmán, ni siquiera soy árabe. Soy un mexicano criado bajo la doctrina católica, como la mayoría de mis paisanos, que hasta antes del 11 de septiembre de 2001 no tenía ningún interés por saber absolutamente nada acerca de los pueblos árabes y su religión, el Islam.

Para mí los "árabes", sin importar su nacionalidad, eran todos iguales. Gente con turbantes en la cabeza vistiendo túnicas blancas y tal vez arreando un camello.
Al igual que mucha gente en Occidente, me dejé llevar por la ira de ver cómo dos aviones secuestrados por árabes se impactaban contra las torres del WTC de Nueva York. Y, confieso, también me dejé llevar por la oleada de prejuicios que se presentó en contra de todos aquellos pertenecientes a dicha raza y, sobre todo, contra todo aquel practicante de la religión del Islam.

Las palabras "Islam" y "musulmán" me eran sinónimos de maldad, terrorismo y enemigo, como los siguen siendo para mucha gente. Pero un buen día me detuve con la cabeza más fría y me dije "¿Por qué señalar y acusar a alguien o algo que no conozco y no comprendo, solamente porque TODO mundo lo hace?

No tuve de otra, me puse a estudiar para poder emitir un juicio a conciencia a quienes hasta ese momento consideraba los enemigos de nuestra forma de vida. Leí mucho, vi todos los videos (bueno, no todos, pero sí muchos) que se puedan encontrar en la red acerca del Islam y los musulmanes, me conseguí una traducción al español del Corán, el libro sagrado del Islam, y no paré hasta tener una idea clara de lo que se trataba.

Durante el proceso de aprendizaje y comprensión del tema me llevé muchas sorpresas, y sé que cuando las comparta en este medio, aquellos que no tienen conocimiento de los temas que tocaré, se irán de espaldas, como me sucedió a mí en su momento.

Así que aquí inicio mi propia lucha por acabar con esos prejuicios que rodean a dicho culto y a su gente. Pero no estaré solo, pues con el tiempo se irán sumando a este proyecto personas cuyas vivencias, opiniones y respuestas serán de gran valor para el que tenga el interés de conocer más y ampliar su visión más allá de lo que consumimos todos los días en los medios de comunicación de este lado del planeta.

Eso sí, que quede claro. Este sitio no aprobará ni apoyará ningún tipo de pensamiento radical. No será conexión entre personas con ideologías extremistas ni buscará difundir ideas de odio. Así que nos reservamos el derecho de admitir, bloquear o reportar todo aquello que pudiera ser considerado inapropiado.

Gracias por darse una vuelta por acá y espero que les sea de alguna ayuda este blog y lo que se diga más adelante en él.