"Salam alaykoum" es la frase en árabe con la que la comunidad musulmana acostumbra saludarse y cuyo significado en español es "La paz sea contigo".
Así quiero iniciar con este esfuerzo que desde hace varios años se venía gestando en mi cabeza y que por fin he decidido poner en marcha, especialmente tras los recientes acontecimientos de violencia registrados durante la celebración del Maratón de Boston en Estados Unidos, lo cual casi de manera automática volvió a disparar la islamofobia que persiguió a los musulmanes alrededor del mundo por cerca de 10 años, y más específicamente en nuestro continente, América.
Yo no soy musulmán, ni siquiera soy árabe. Soy un mexicano criado bajo la doctrina católica, como la mayoría de mis paisanos, que hasta antes del 11 de septiembre de 2001 no tenía ningún interés por saber absolutamente nada acerca de los pueblos árabes y su religión, el Islam.
Para mí los "árabes", sin importar su nacionalidad, eran todos iguales. Gente con turbantes en la cabeza vistiendo túnicas blancas y tal vez arreando un camello.
Al igual que mucha gente en Occidente, me dejé llevar por la ira de ver cómo dos aviones secuestrados por árabes se impactaban contra las torres del WTC de Nueva York. Y, confieso, también me dejé llevar por la oleada de prejuicios que se presentó en contra de todos aquellos pertenecientes a dicha raza y, sobre todo, contra todo aquel practicante de la religión del Islam.
Las palabras "Islam" y "musulmán" me eran sinónimos de maldad, terrorismo y enemigo, como los siguen siendo para mucha gente. Pero un buen día me detuve con la cabeza más fría y me dije "¿Por qué señalar y acusar a alguien o algo que no conozco y no comprendo, solamente porque TODO mundo lo hace?
No tuve de otra, me puse a estudiar para poder emitir un juicio a conciencia a quienes hasta ese momento consideraba los enemigos de nuestra forma de vida. Leí mucho, vi todos los videos (bueno, no todos, pero sí muchos) que se puedan encontrar en la red acerca del Islam y los musulmanes, me conseguí una traducción al español del Corán, el libro sagrado del Islam, y no paré hasta tener una idea clara de lo que se trataba.
Durante el proceso de aprendizaje y comprensión del tema me llevé muchas sorpresas, y sé que cuando las comparta en este medio, aquellos que no tienen conocimiento de los temas que tocaré, se irán de espaldas, como me sucedió a mí en su momento.
Así que aquí inicio mi propia lucha por acabar con esos prejuicios que rodean a dicho culto y a su gente. Pero no estaré solo, pues con el tiempo se irán sumando a este proyecto personas cuyas vivencias, opiniones y respuestas serán de gran valor para el que tenga el interés de conocer más y ampliar su visión más allá de lo que consumimos todos los días en los medios de comunicación de este lado del planeta.
Eso sí, que quede claro. Este sitio no aprobará ni apoyará ningún tipo de pensamiento radical. No será conexión entre personas con ideologías extremistas ni buscará difundir ideas de odio. Así que nos reservamos el derecho de admitir, bloquear o reportar todo aquello que pudiera ser considerado inapropiado.
Gracias por darse una vuelta por acá y espero que les sea de alguna ayuda este blog y lo que se diga más adelante en él.
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